Léelo únicamente, si te cuesta soltar una relación que te lastima

Esa sensación de estar atrapadx.

De amar… y al mismo tiempo sentir que algo ha dejado de estar bien.

Pequeños comentarios que hieren.

Control disfrazado de cuidado.

Silencios usados como castigo.

Y aún así, vuelves.

Esperando que cambie.

Convenciéndote de que el problema eres tú.

Corazón…

A veces, nada tiene que ver con el amor...

lo que duele son dinámicas tóxicas,

incluso con tintes narcisistas… que terminan apagando tu luz.

Nos enseñaron a creer que el amor todo lo soporta.

Que con suficiente paciencia, todo se transforma.

Que quedarse es señal de lealtad.

Y así, aguantamos.

Hasta que un día dejamos de saber quiénes somos.

Y la verdad es otra:

el amor sano nunca te hace sentir pequeñx.

El amor real jamás se construye desde el miedo, la manipulación o la culpa.

Si hoy sientes que te pierdes dentro de una relación,

quizás lo que duele es mucho más que la soledad,

es la costumbre de normalizar lo que hiere.

Reconocerlo es el primer acto de amor propio.

Elegirte es el segundo.

Porque la relación más importante que tienes es contigo.

Y desde ahí, siempre puedes volver a empezar.

Hoy puedes.

Hoy mereces paz.

Hoy te eliges.


Nilda.