¿Y si este cierre de año no te exige… y solo te regresa a casa?
Dec 24, 2025Hay fines de año que se sienten como un examen.
Como si tuvieras que “demostrar” que creciste, que avanzaste, que lograste.
Y si no… entonces culpa. Entonces prisa. Entonces otra lista.
Pero hoy quiero proponerte algo distinto:
que este cierre no sea una sentencia, sino un regreso.
Un regreso a casa.
Porque muchas veces lo que llamamos “cansancio” no es falta de fuerza.
Es falta de dirección.
Es haber vivido demasiado tiempo hacia afuera:
resolviendo, sosteniendo, complaciendo, reaccionando…
mientras tú quedabas para después.
Volver a Mí va más allá de un concepto bonito.
Es un acto concreto: volver a escucharte con honestidad.
Volver a tu cuerpo.
Volver a tu claridad.
Volver a elegirte sin culpa.
Y sí… esto también toca directamente tus vínculos.
Porque una parte enorme de nuestro agotamiento viene de ahí:
de esperar que el otro sea otra persona,
de vivir desde expectativas invisibles,
de negociar el amor desde la fantasía.
Hoy quiero dejarte una frase que en el fondo es una puerta:
“El otro tiene lo que tiene… y solo te puede dar lo que tiene.”
Y nota que no es resignación.
Es realidad.
Y la realidad, cuando la miras de frente, libera.
Porque cuando dejas de exigirle al otro lo que no tiene para dar,
se abre una pregunta más honesta:
¿qué estoy buscando afuera que me toca sostener adentro?
¿qué parte de mí se está abandonando, esperando que alguien la rescate?
¿qué idea de amor me está dejando exhausto?
Volver a ti empieza ahí:
en la madurez emocional de dejar de pelear con lo que es,
y empezar a elegir desde lo posible, lo real, lo disponible…
sin traicionarte.
Y si esto te mueve, quiero que sepas algo:
no tienes que “arreglar” tu vida en una semana, o el siguiente mes, o el siguiente año.
Pero sí puedes hacer algo valiente: empezar a habitarte.
En Volver a Mí caminamos este regreso desde cuatro pilares muy humanos (sin complicarnos):
- Mente: para recuperar dirección y dejar de vivir en ruido.
- Cuerpo: para soltar tensión acumulada y volver a sentirte presente.
- Placer: para recordar que la vida también es gozo, no solo tarea.
- Relaciones: para amar sin desaparecer, poner límites sin castigo y tejer red.
Y ojo, que no se trata de “hacer más”.
Se trata de volver a tu centro y vivir desde ahí.
Y te lo digo con todo mi amor:
si estás por terminar el año sintiéndote disperso, saturado o desconectado…
no estás tarde.
Estás despertando.
Este nuevo comienzo no tiene que ser dramático ni perfecto.
A veces el inicio real se ve así:
una decisión pequeña sostenida en el tiempo.
Un “no” dicho con calma.
Una pausa antes de rescatar.
Una caminata de 20 minutos.
Una bitácora mínima de lo que sí te nutre.
Una conversación honesta.
Un límite que por fin te devuelve aire.
Porque volver a casa no es llegar a un lugar nuevo.
Es recordar quién eres cuando te dejas de abandonar.
Y por cierto: grabé nuevamente Volver a Mí con María..
Más claro, más íntimo, más aterrizado.
De esas conversaciones que no te dan “tips”…
te devuelven al centro.
Si algo en ti lleva meses pidiendo este regreso,
quizá este sea tu momento de escucharlo,
Para volver a ti, volver a casa,
Nilda 💜